El gobierno nacional ordenó interrumpir el suministro de GNC en estaciones de servicio y cortar el gas a grandes industrias del cordón norte del Gran Rosario para priorizar el abastecimiento a hogares durante la ola polar. La medida rige al menos hasta el jueves al mediodía y ya genera malestar en sectores productivos y en la ciudadanía, que sufre las consecuencias de un sistema energético frágil en pleno invierno.
Desde distintos sectores políticos y sociales se multiplican las críticas a la gestión de Javier Milei, a quien acusan de promover un modelo de desabastecimiento, recorte de inversión pública y entrega de recursos estratégicos. La crisis del gas expone no sólo una falta de previsión, sino también una política energética que desprotege a usuarios e industrias nacionales en función de intereses concentrados.